NUESTRA EXPERIENCIA:
Para llegar a Kinkára decidimos irnos por la Costanera, una ruta que es un poco larga (aproximadamente 5 horas) pero tiene unas vistas increíbles. Otra opción es irse por el Cerro de la Muerte, pero el tiempo es similar.
Kinkára se ubica a tan solo 20 minutos de San Isidro del General, en una área donde es posible apreciar desde lo alto todo Pérez Zeledón.
Este retiro de lujo cuenta con 32 tiendas estilo "Lotus Belle" que se encuentran localizadas alrededor de un hermoso jardín en forma de mandala. Las fotos aquí con el drone quedan increíbles.
Algo que nos encantó de este lugar, y que los diferencia de los otros glamplings que hemos visitado, es que las tiendas no cuentan con electricidad, sin embargo, dentro hay focos y luces inalámbricas y en recepción les proporcionan una batería portátil para cargar todos los dispositivos electrónicos. Pero es mejor simplemente desconectar y disfrutar de la naturaleza. Asimismo, los baños y duchas son espacios compartidos.
Otra cosa maravillosa, es que Kinkára tiene una vibra muy especial, desde que llegamos se siente esa conexión, tranquilidad y armonía, por lo que es un lugar perfecto para meditar, hacer yoga y relajarse.
Además, toda la comida que ofrecen es cultivada en el mismo sitio, por lo que es orgánica, fresca y riquísima, y tienen coctéles buenísimos hechos con Kombucha.
Kinkára ofrece muchas actividades dentro de la propiedad, entre ellas: senderos para pozas, ríos y cataratas, tours a caballo, yoga, masajes y servicios wellness, ceremonias de sudor inspiradas en el Temazcal y hasta rituales de ayahuasca.
Es sin duda, uno de nuestros glamping favoritos de Costa Rica.